lunes

.

ARLEQUIN No. 1

"Arlequín" de Picasso
El arte como forma específica de la conciencia y de la actividad humana consiste en el reflejo de la realidad a través de imágenes artísticas. Constituye uno de los procedimientos más importantes de la aprehensión estética del mundo. Así el artista asimila y reelabora el objeto del arte (la vida en todo su esplendor y diversidad).
Julio/Agosto 2006

domingo

..



CONTENIDO

ART & PLASTICA

José Martín Rivas Artista español
"Yoga" José Martín R.







ART & POESIA

Sélavy
Karin Artigas
Carlos Vico
Valentina Just
Sofia Castillo
Marx Espinoza
Artemio Julca


ART & Cuento corto

"IRAS MORDIDAS"
(Fragmentos)
"Como un pájaro muy joven que tiembla y que palpita,
Yo arrancaré ese corazón enrojecido de su seno,Y, para saciar mi
bestia favorita,¡Yo se lo arrojaré al suelo con desdén!"
Charles Bauderlaire
Por:Víctor Van Amadeus




ART & HUMOR

LA PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE
(El humor a la vida)
Por Jesús Vega Prialé.
.
.
.


ART & LITERATURA

EL HOMBRE DE LAS CUATRO CULTURAS
O SIMPLEMENTE EIELSON
Por Shibel Adguelli

LOS HUESOS DE VALLEJO
Por Marx Espinoza Soriano


ART & LITERATURA
“GUÍA TURÍSTICA DE JORGE LUIS BORGES”

O “UN CIEGO GUÍA A UNA CIEGA”

Por Karin Artigas y Jorge Luis Borges



ART & LIBROS

LA TRIBU DE LOS LAGOS

Por Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Manda tus artículos y/o creaciones a nuestro e-mail:


administr_arte@hotmail.com


Para cualquier comentario escribe a esta dirección, gracias.

PRESENTACION

ARS LONGA, VITA BREVIS*:
ARtes y LEtras, QUINtaesencia de la vida.


El arte como forma específica de la conciencia y de la actividad humana consiste en el reflejo de la realidad a través de imágenes artísticas. Constituye uno de los procedimientos más importantes de la aprehensión estética del mundo. Así el artista asimila y reelabora el objeto del arte (la vida en todo su esplendor y diversidad).
Arlequín es uno de los personajes clásicos de la comedia del arte (Commedia dell'Arte) que nació en el siglo XVI, de origen italiano y cuya tradición se remonta en el tiempo a la Edad Media. Vestía siempre igual, con un traje lleno de parches de colores y llevaba una máscara negra de nariz respingona. Representaba a un criado bufón, astuto y muy avaro. A veces tenía el comportamiento de un niño caprichoso. Más tarde, en las arlequinadas de los siglos XVII y XVIII, el personaje tomó otras características pasando a ser un amante insidioso, vestido con el mismo traje cuyos parches se convirtieron en cuadros en forma de rombo, de colores brillantes.
En esta oportunidad celebramos lo lúdico de la poesía como signo de vida, vitalidad en la creación pues el lenguaje es esencialmente (como decía Aristóteles) actividad del homo humanus, signo claro de su poder creador, arma maleable en la que el hombre va amoldando pasiones y quimeras, dolores y angustias, estallidos del corazón, rabias ocultas y sobre todo luz y claridad del alma: POESÍA.
Entonces con una lealtad a la todopoderosa poesía y entendiendo al arte como instrumento que humaniza al hombre, surge ARLEQUÍN para reafirmar que quizá las artes no trasformen el mundo, excepto en la medida que siguen cambiando nuestras vidas y que la poesía no sirva para nada excepto para vivir.
Sea pues este un merecido homenaje a la titánica e incansable labor de todos los creadores que se suman a un hermoso y oportuno acto de fe, al amor como principio de vida, cuyas moradas echan raíces y siembran futuro, pues finalmente ARS LONGA, VITA BREVIS: el arte es largo, la vida breve.
Marx Espinoza Soriano(Director del Movimiento Literario DOSAMARUS)

ART & PLASTICA



"Yoga" Escultura de José Martín R.

José Martín Rivas

Natural de Granada. Tuvo sus primeros maestros en el colegio de primera enseñanza. Posteriormente acudió a las academias de Artes y Oficios de Granada, alternaba estas clases con su trabajo en el taller de escultura del imaginero Don Domingo Sánchez Mesa autor de multitud de imágenes en toda Andalucía, en muchas de las cuales participó como empleado.Su empleo durante 36 años ha sido la decoración de comercios, vehículos y hoteles llevando a su cargo casi toda Andalucía con una firma muy conocida. Durante este tiempo no dejó de hacer retratos por encargo, tanto en pastel, acuarela, óleo, terracota y madera.
Desde que se jubiló da clases de escultura en las dependencias del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre hasta el año 2005.
No suele exponer sus obras, ni son puestas a la venta, ni se presentan a concurso alguno.
Se considera un artista autodidacta.
Algunas de sus obras son el Homenaje a Lorca (cedido al Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre) y el Retrato en escultura de Torrijos (cedido a la Asociación Histórico Cultural Amigos de Torrijos)
GALERIA DE JOSE MARTIN (Pepe Martín)
--------------------------------

sábado

ART & POESIA


Hizo la foto y nos pidió que sonrieramos

Asumido dio un avance, lo que era y lo negado, sin decirlo, su ciudad, el entresijo,
y todos aquellos valles, los perros, a mitad del sol y el resto;
como pegados a destiempo en un collage de mi niño,

mi niño, el niño
toda hacia fuera y ver
del
que a su vez mira;
mira la mano de madre, haciendo el tacto a un montón de un mercadillo

giraba sin más
o así lo decía
para coger aire

y el columpio de mi niño era
el péndulo de un reloj al que no dar cuerda más.

Ella hizo la foto y nos pidió
que sonriéramos
y nosotros lo hicimos.

Por un instante fueron la duda,pero fueron todo también en lo
siguiente hasta este día
donde, como ayer,
no pasa nada más.
Sélavy

ART & POESIA (Karin Artigas)



MANSEDUMBRE


No puedo avocarme a tus rosas

Ni entender esa corriente fría que te modela

No puedo, porque soy torbellino ardiente,

Llamarada desbocada entre toda tu penumbra.

No puedo educar tu deseo

Ni predecir tus urgencias lejanas

No puedo azuzar tu locura

E inventar chispazos que prendan tu estopa.

Eres tú y tu quietud de siesta

Una llanura de lomas suaves

Un paisaje de acuarelas

Un día despejado sin tormentas.

Que más quise yo que trastornar tus sentidos

Despertar tu animal dormido,

Encallar en tus arenas

O destrozarme en tus roqueríos.

Pero no hubo apremio en tus ojos

Ni respuestas a mis fulgores desmedidos,

Me quede dormida apoyada en tu vientre

Esperando que las horas se llevaran tu mansedumbre.

Karin Artigas

..............................................

ART & POESIA (Carlos Vico)




Imagino que imaginas

Que en el fondo marino de mis arterias

O retozando en la médula de las pupilas

Se arremolinan dos notas que forman un cuerpo

Que la sustancia de tu piel

Alcanza a mis huellas digitales

Y se amalgaman con tu pigmento

Que entre el marasmo de las horas afligidas

Arranco de mi garganta un pájaro nocturno

Que te lleva mis cuerdas vocales

Plagadas de sonidos en adagios

Imaginas que imagino

El fenecer de la canción a dúo

Un adiós de barco naufragado en el pecho

O el desollado silencio

De pasos desapareciendo en lo lejano...

Pero no amor, pero no...

Porque imagino que ya imaginas

Que el cincel de tu verso

A veces me ha tallado de completitudes

Y otras veces ha horadado la piedra de mis dudas

Y te has marchitado y florecido

En el humo trasnochado que te figura

Imagino que imaginas

Que ya nada será idéntico a nada

Para mí

Luego de este asomo a tus contornos

cuando dibujo en la cara de la almohada

la ceremonia distinta de nuestros sexos

y el insólito transcurrir de la sangre que te padece

el pulso de las horas en que te pienso

el impulso de mi hombría que te reclama

o la pulseada de tu locura contra mi sueño equitativo

Imaginas que imagino

La artesanía que van creando mis dedos en invento

Sobre el pezón de tus ansiedades

en el clítoris de tu llamado madrugador

Sobre los labios de tus versos en volandas

en todo lo que te significa y nos dignifica

Imagino que imaginas

Que no queremos imaginarnos nada

Para dejar que el flujo de tu tiempo y mi tiempo

Algún día se vistan de simultáneos

Que este juego de signos que enhebran palabras

Es sólo para decirte,

Que te pienso

Imagines lo que imagines...

Carlos Vico

....................................

ART & POESIA (Valentina Just)



TERRENOS PERDIDOS

Las cercanías no se inventan...

Encuentro una presencia escencial

inadvertida

sin tiempo sobre mí.

Una existencia de lagunas

que en un tiempo repletó los espacios

haciéndome olvidar lo cotidiano

y colmándome de sueños...

los tuyoslos míos.

¿Será que en alguna parte, en un tiempo

hemos de encontrarnos en esos terrenos perdidos?...

Es una vida establecida en trozos

tu vida y la mía ordenadas en tramos

donde los saltos temporales

se convierten en benditos instantes de hurgarse deseosos.

Pero...Los abstractos ya no lucen en mi cuarto

me he cansado de realidades abtinadas y dolientes

Falta unicamente un paso

y dejar de mirarlos sueños

abandonados en esos espacios.

Erzsébet (Valentina Just)

.............................................

ART & POESIA (Sofia Castillo)




20 KILÓMETROS DE TI QUE SE DETIENEN...

20 kilómetros de ti que se detienen...

para hacerte aparecer de entre los árboles

se necesita tranquilidad

de súbito y aliento, para descubrirte

asociando resplandores

para, al fin, mascullarte

poco a poco...

naces en el silencio,

te reencuentras con tu matriz.

A lo lejos se confunden tus membranas

cuando los brujos se escondían en tus razones

cuando la mancha nos ultrajaba

y ya no podía nacer,

tan solo llorar

Y Lloré…la carne se extraía en demasía

ENTRE musitar y beber

lloré como los bebés cuando lo hacen tontamente

no con inocencia

pero si con mucho rencor.

Reverterlo, entonces, a las estrías de tu sucio hartazgo

reverbero en trozos

remolinado al lado

recordado el rojo adviento

reencontrado junto a la inclinación de Venus

repodridamente inteligente

rebozaste de tristeza y huías...

huías cobardemente

porque no sabías otra cosa que hacer.

Sofía Castillo

........................................

ART & POESIA (Marx Espinoza Soriano)

IN (finita)


Cabellos azules
manos entrelazadas por el frío y la garúa
tardes amarillas avocadas a la sola contemplación de lo inefable:
tu canto mar insondable,
el aire abandonado y dulce del sueño,
tu boca, flor en desvelo
los huesos de la luna, los labios de la noche...


una hora, una vida.


El trazo del tiempo y una espera
tu mirada
indudable cielo, tibio y nimbado de rocío.


Marx Espinosa Soriano

..................................

ART & POESIA (Artemio Julca)




TREMENTINA

"Me ha costado dolor recostarme en el viento"
Enrique Peña Barrenechea

Grito frente al cuerpo,
lejos de la noche
y entonces la arcilla se queda
moldeando mi sonrisa,
mi máscara de sol
encerrado en el negativo,
en la fría voz del auricular.

Es hora de la tristeza,
de la reunión de caracoles oscuros.

Grito frente al cuerpo
y esta mojado por el invierno
y la soledad llega en el último tren
rodeado de un perfume tibio
de trementina,
de trementina
y el cuerpo tendido
esperando mi voz,
mi sombra partida por el fuego
o el paroxismo prolongado de mi aliento,
o la impávida luz de mis ojos.
Grito frente al cuerpo
lejos de la noche.

Artemio Julca(22 de marzo de 2006)

ART & CUENTOS CORTOS



"Como un pájaro muy joven que tiembla y que palpita,
Yo arrancaré ese corazón enrojecido de su seno,
Y, para saciar mi bestia favorita,
¡Yo se lo arrojaré al suelo con desdén!"
Charles Bauderlaire

IRAS MORDIDAS

(Fragmentos)
I

Aún persiste el olor nauseabundo de tu perfume en mi brazo, aún eres tú la que se desliza por entre mi cuerpo como una serpiente; tentándome a matarte, a destruirte con mis únicas manos, apretándote el cuello como si tuvieras un collar de perlas muy ceñidas a tu garganta. Cuento, cuento tu respiración que va ingresando por tu nariz, también cuento tus latidos, apoyando mi cabeza en tus grandiosos pechos, afiebrados están, blandos, inmensamente tentadores. Cruel, sí, soy cruel contigo y conmigo, pues deseo desaparecer lo que más quiero y anhelo, hago de esto una pesadilla, una visión borrosa de ti, te veo desvanecer como una noche más, como aquella noche, compuesto de caricias y abrazos: pero estos actos no nos dicen nada en lo absoluto; puesto que pude haber acariciado y abrazado a una puta con los ojos cerrados, no habiendo diferencia alguna contigo, porque lo que acaricié y abracé fue simplemente un cuerpo; pero que ahora me es inútil tenerlo, me es inútil verlo. Entonces te vas alocadamente, furiosa, sin mirarme, ya que tus ojos miraban el horizonte, aquella puerta azul, como un símbolo de tu libertad, de tu deseo de escapar de mí, por el resentimiento y por el creciente desamor que me profesarás. Me pregunto si podré sentir ese antiamor tuyo, que no precisamente puede asemejarse al odio; NO, tú no puedes odiarme, porque simplemente yo no te odio, sólo te detesto, un poco, y eso no es odiar, sino que es un estado en donde uno tiende a expulsar de forma natural todas las cosas que uno siente ajenas, aun así pudiendo querer o desear con toda las fuerzas. Es un querer, pero lejano, tan lejano, que se vuelve abstracto, indeseable, hasta que dejamos de vernos; de todo esto queda un ambiente desolado, muerto, secretamente nace una enfermedad que nos aplasta el corazón y nos absorbe el cerebro, para así, dar rienda suelta a lo único que no es afectado negativamente sino por el contrario, se desprende, se vuelve autónomo de uno mismo: mi sexo, esa ave fugaz y envuelta en llamas, viajera de mares y prostíbulos; devastadora de flores incandescentes; mi sexo, lo que está en plena ebullición, en su auge solapado, es quien siempre confunde torpemente el orden erótico con el caos moral. Es quizá en ese lugar escondido que nace la libertad del hombre por desconocer, por ignorar la razón, por no discriminar la carne, siendo ésta el último bastión de la realidad, de una realidad alucinada. Existen momentos en que esa ave de rapiña reacciona estúpidamente, cuando ve escaparse algún animal muerto, que espera a ser revivido con su saliva sagrada.

II

Entonces, me doy cuenta que nos es imposible amarnos como normalmente lo hacen un hombre y una mujer: juntos, alegres, serenos, perfumados, patéticamente pegados; siendo todo esto fundamental para imitar a la eternidad. Trato, trato de no compararme con ese hombre, y tú haces lo mismo, tratas de no asemejarte esa mujer, porque ambos sabemos de antemano que no lograremos concretar esa pesadilla, ese posible hecho; más bien lo que hacemos, acaso por naturaleza e innatamente, es separarnos cuando más nos necesitamos, nos ponemos en un ambiente melancólico, o si no es así, irónico; nos insultamos, nos desgraciamos la vida; vivimos locamente una rutina que nos carcome por dentro y lo expresamos en nuestro hartazgo, en las malas cosas que hacemos; y sobre todo no andamos cargados de olores que no sean los nuestros, esos de los que a nadie le gustaría mantener por considerarlo hediondo, fétido. Pero aun así nos mantenemos igual o peor, en nuestra esfera, tú en la mía, yo en la tuya; o intercambiamos nuestras rabias, para hacerlas más divertidas y trágicas, siendo común para nosotros derramar unas cuantas lágrimas para fingir que sufrimos, que cada uno tiene una vida que no vale la pena recordar en donde estamos, o que solo es por hacer que se ponga a llorar la gente que nos conoce poco, y eso no es porque queremos que tengan compasión de nosotros (la compasión es igual a desprecio) sino para que vean que nosotros somos más humanos que ellos, aunque no sea cierto...

Víctor Van Amadeus

ART & HUMOR


LA PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE
(El humor a la vida)

Por Jesús Vega Prialé

Usted debe haber escuchado esa rítmica canción cuyo estribillo repite “…me gusta viajar, me gustas tú- Me gusta la playa, me gustas tú – Me gusta la vecina, me gustas tú” es decir todo un pregón a la liberalidad con efluvios inoculantes o eyaculantes; y claro se entiende por qué lo propone, pues una gama de fanáticas está muy de acuerdo con ello (el título nos lo explica) y, hay que decirlo, eso nos da una placentera tranquilidad. Basta con hacer uso de la píldora del día siguiente, y todo tranquilo como una solución de urgencia, ante una relación producto de una liber-acción de urgencia, de apresuramiento precipitado por los apremios contractuales que suelen presentarse a último momento.Yo sé que tu nostalgia alarmanteNo es ni enfermedad ni espasmoNo precisa pastilla ni sedanteSolo se cura con un buen orgasmo.Ahora que lo sabe encontrará usted el ánimo para los apareamientos desprevenidos, desaprensivos o despreocupados. Esencialmente lo digo por los despreocupados (as) pues de lo que se trata es sencillamente de curarse en salud, no interrumpir lo programado y o (EUREKA) allí puede estar la solución para las democracias endebles, aquellas que se estabilizan con la dificultad de un tiovivo, aquellas que no han sabido implementar un adecuado balance de poderes y que (ay Latinoamérica) despiertan luego de haber elegido. Entonces digo -es un pre-decir- como nos vendría “el voto del día siguiente…”

ART & LITERATURA


“GUÍA TURÍSTICA DE JORGE LUIS BORGES” O “UN CIEGO GUÍA A UNA CIEGA”

Por Karin Gómez y Jorge Luis Borges

Cuando me comentaron que el próximo número de la revista en que trabajaba sería dedicado a Jorge Luis Borges, faltaban pocas horas para que yo partiera a Buenos Aires. Reconozco que soy lenta para asimilar algunas cosas y sumado esto a que mi cabeza estaba únicamente ocupada en mis razones de viaje, no reparé en que dicho escritor era argentino y que podía obtener información directa sobre este tema. Tenía que reunirme con el Director de la Editorial Eloísa Cartonera Washington Cucurto, en la “Casa de la Poesía”. Decidí tomar un taxi, ya que a las siete de la tarde anochece en Buenos Aires y el tráfico por la Avenida Córdoba estaba lentísimo debido a la hora tope y a los “Piqueteros con sus marchas”. Déjeme en Córdoba con Bulnes –le dije al taxista-. Y medio asustada, pero valiente, me encaminé hacia la calle Honduras. ¿Cómo describir el barrio? Las casas eran construcciones antiguas, sin antejardín y de techos altos. Se podría decir que si olvidaba que estaba en Buenos Aires, me hubiera parecido el barrio Franklin en sus sectores mas refinados; con almacenes en las esquinas, algunas empresas y una que otra casa remodelada, con bellos árboles añosos y algunos cuadrados de pasto silvestre y arbustos floridos. La Casa de la Poesía era una casa grande, similar a las viviendas colindantes, de mamparas, patios interiores, baldosas y pisos interiores de madera.Después de los saludos respectivos, me dispuse a mirar los estantes de libros. Es una biblioteca especialista en poesía- me dice el escritor Washington Cucurto- También un museo; era la casa del Poeta Evaristo Carriego. Nunca oí de ese poeta. Reconozco mi ignorancia, pero afortunadamente tenía la oportunidad de más que leer un poema de su autoría, estar en la casa donde vivió y respirar el olor que se colaba desde sus paredes. Cucurto, al ser funcionario de la biblioteca, me podía llevar por las salas, explicar los pormenores del museo y narrar algunas cosas del poeta, tal como un dueño de casa muestra su hogar. Ahí estaban sus muebles de estilo, antiguos, de tapices floridos y borrosos. Un piano cuidadosamente conservado, su pluma aún entintada, pañitos para cubrir muebles, un espejo, fotos de su familia, y algunos originales escritos por su puño y letra en hojas amarillentas. Borges fue amigo de Carriego –me sopla Cucurto- Hasta escribió sobre él. Y otra vez mi ignorancia choca con la presencia invisible de Evaristo Carriego, que seguramente me observaba con reproche desde alguna esquina de la habitación. A pesar de todas las alusiones a Borges, aún no lograba asimilar que tenía que escribir un artículo sobre él. Me fui con una grata impresión sobre Evaristo Carriego, pensando en que si mi casa después fuese un museo, no se sabría con qué escribí mis textos. Tendrían que poner en la vitrina el teclado de mi computador, porque nunca escribí dos manuscritos con el mismo lápiz.Tomé un ómnibus y me bajé en la Plaza San Martín. Para poder llegar a mi hotel que quedaba en Maipú a la altura del 800. Dicha plaza es una irrupción vegetal, de árboles antiguos, imponentes monumentos y flores que suavizan un poco el verde reinante. Está rodeada por edificios y elegantes cafés. Me dirigí a mi hogar transitorio por la calle Maipú, sintiendo que venía desde el cerro Santa Lucía, bajando por Agustinas.A la mañana siguiente, después de haber descansado de mis incursiones personales, laborales y turísticas, partí a recorrer las calles del “microcentro”. Si bien no era la primera vez que estaba en aquella ciudad, nunca deja de cautivarme, sobre todo porque para apreciarla en toda su magnitud es necesario andar siempre mirando hacia el cielo. Digo esto, porque entre tanta tienda a nivel del suelo, perdemos de vista los hermosos edificios antiguos y sus bizarros detalles, que se alzan majestuosos y elegantes. Estos nos hablan de un pasado increíble, el mismo pasado que le dio la calidad de ciudad cosmopolita y nostálgica. Llegué a Florida con Lavalle, la intersección de dos paseos peatonales típicos, plagados de tiendas de ropa, zapaterías, farmacias, restaurantes, cines, galerías al estilo del Paseo San Agustín o nuestro típico Pasaje Matte. También se encuentran disquerías, que de rato en rato dejan escapar algunos acordes de tango. Recordé que un amigo Argentino, funs club de Borges (bah que raro, argentino fanático de Borges), me contó que hasta antes de los años ochentas, a dichos paseos no se podía entrar sin corbata. Y eso disentía con la imagen populosa de esta zona, que me recordó inevitablemente el paseo Ahumada pasando la Plaza de Armas.Sin saber por qué, decidí tomar la calle Tucumán y me detuve en Esmeralda, luego en Suipacha, observé y respiré profundo el aire exquisito que me renovaba los pulmones. Y es entonces, cuando desemboqué en la Gran Avenida Gran 9 de Julio, sintiendo el pulso de la ciudad. Entre tantos ronroneos de motores y bocinas de automóviles, vi a mi lado a un ciego que llegó hasta la convulsionada esquina. Me inquieté al imaginar los malabares que debería realizar para alcanzar a cruzar las dieciséis pistas y los dos bandejones centrales. No sé como adivinó que estaba a su lado, y me preguntó: -¿ Me podés ashudar a cruzar a la cashe Corrientes? Y yo más asustada por mi propio pellejo que por el del ciego, divisé el Obelisco y me dirigí hasta él, porque de toda esa gran ciudad lo único que recuerdo con seguridad, es que la calle que contiene a dicho monumento es mi bienamada “Corrientes”, zona de innumerables teatros y librerías. Las más dichosas librerías, donde las obras completas de Jorge Luis Borges, en empaste de lujo salen 52.000 pesos chilenos, y un libro de Tito Monterroso, colección Alfaguara, lo regalan en la módica suma de 750 pesos. Dejé a Don Jorge (así se llamaba el caballero que me pidió ayuda) y me quede disfrutando de las librerías.Sólo puedo decir que de vuelta en Santiago, aún podía sentir la brisa de Buenos Aires y si no es porque vi aparecer en el messenger a mi jefa de la revista, no habría caído en la cuenta de todo lo que me faltaba por leer sobre Jorge Luis Borges, e investigar sobre su vida. ¡Que bruta soy! –fue mi dura autocrítica- ¿Cómo fui capaz de sólo preguntar cuanto valían las obras completas de Borges? Así comencé mi investigación, con una pizca de asombro leí de sus propias palabras: “Nací en 1899, en pleno centro de Buenos Aires, en la calle Tucumán, entre la calle Esmeralda y Suipacha en una casa pequeña y modesta que pertenecía a mis abuelos maternos. Como la mayoría de las casas de la época tenía azotea, zaguán, dos patios y un aljibe de donde sacábamos el agua. Debemos habernos mudado pronto al suburbio de Palermo, porque tengo recuerdos tempranos de otra casa con dos patios, un jardín con un alto molino de viento y un baldío del otro lado del jardín. En esa época Palermo –el Palermo donde vivíamos, Serrano y Guatemala– era el sórdido arrabal norte de la ciudad, y mucha gente, para quien era una vergüenza reconocer que vivía allí, decía de modo ambiguo que vivía por el Norte...”¿Dónde cresta estaba Palermo? – me pregunto, casi dándome cabezadas contra la muralla-. Me di cuenta de que no conocía Palermo, ni menos el Palermo Viejo donde Borges pasó su infancia. Y de tanta bronca contra mi despiste turístico, le pregunté a un buen amigo, que donde quedaba Palermo Viejo. ¿No estuviste en la Casa de la Poesía, Ché? – me gritó desde el otro lado de teléfono- ¡Ese es Palermo Viejo!. Y por fin caí en la cuenta de las palabras de “Georgie” (Así llamaban sus padres a Borges), cuando leo en su ensayo titulado “Evaristo Carriego”: Así, durante años, yo creí haberme criado en un suburbio de Buenos Aires, un suburbio de calles aventuradas y de ocasos visibles. Lo cierto es que me crié en un jardín, detrás de una verja con lanzas, y en una biblioteca de ilimitados libros ingleses.¿ Qué había, mientras tanto, del otro lado de la verja con lanzas? Qué destinos vernáculos y violentos fueron cumpliéndose a unos pasos de mí, en el turbio almacén o en el azaroso baldío? Cómo fue aquel Palermo o cómo hubiera sido hermoso que fuera? A esas preguntas quiso contestar este libro, menos documental que imaginativo”.Yo por mi parte, a esa altura de mis lecturas, sentía que iba abriendo puertas de habitaciones ya conocidas. Mi entusiasmo iba en aumento, pensando en mi encuentro con Washington Cucurto, en sus alusiones a Borges en la casa de Carriego. Recordaba las calles que me parecieron tan similares a Franklin refinado y no podía dejar de sentir cierto agradecimiento a la casualidad. ¿A la casualidad? –me preguntaba desde el más allá el escritor argentino-.Ya se estaba gestando en mí el tono de este artículo, el rumbo que tomaría, cuando leí en Internet sobre los últimos días del escritor argentino: “Cuando menos se espera, de pronto aparece algún detalle que recuerda al autor de El Aleph. Para empezar, los buses que vienen del aeropuerto dejan a los turistas en la misma plaza San Martín, uno de los lugares favoritos de Borges para caminar y a sólo unos pasos de la casa donde vivió gran parte de sus últimos 40 años. La mayoría de los viajeros, sin embargo, pasa sin advertir la placa recordatoria, en la calle Maipú 994, que dice "Aquí vivió Jorge Luis Borges”. Se trata de un edificio de formas redondas, de los años 30, en cuyo sexto piso se observa la terraza del departamento que ocupaba el escritor junto a su madre y su "nana", Epifanía Ubeda. Esta última, a quien llamaba Fani, era muy querida por Borges, aunque luego de su muerte tuvo una disputa legal con María Kodama, viuda del autor argentino...”Quedé helada, ya que mi hotel estaba a una cuadra de la casa del escritor, y como narré anteriormente, después de visitar la casa de Carriego me bajé del ómnibus en la plaza san Martín. El mismo recorrido que le gustaba tanto a Borges. Lo que leí a continuación no tiene mayor coincidencia, porque cualquier turista puede pasear por Florida, pero si pensamos en mis lecturas investigativas, estuvieron plagadas de coincidencias: “Caminaba por la calle Florida, unas nueve cuadras, pese a estar casi ciego, pues recordaba de memoria el trayecto y el hecho de ser un paseo peatonal le otorgaba cierta seguridad. "Todavía recuerdo la impresión de ver al poeta ciego, caminando con su bastón, por Florida. Yo tenía 19 años y lo saludé. El me contestó amablemente", cuenta el escritor Marcelo Pichon. Sólo al llegar a la Avenida de Mayo debía pedir la asistencia de algún peatón para cruzar esa transitada vía”.No es mucho lo que se puede agregar, cuando siento que la única ciega de toda esta historia fui yo y que en realidad un ciego fue mi lazarillo. Cuando comencé a cranear el artículo sólo pensé en hacer un comentario aburrido y rígido sobre la obras de Borges.
En una entrevista concedida en 1963, en Montevideo, Jorge Luis Borges confiesa: «Estoy podrido de literatura. No podría contestar hablando del sol, no suelo pensar directamente en el sol, sino en las imágenes, textos, relatos del sol”.Por esta confesión, decidí contar los sucesos mágicos que me llevaron a construir este artículo como un cuento o como una guía Sui Generis de Buenos Aires. ¿Qué es un escritor sin sus calles, sin sus recuerdos, sin el negocio donde compra sus cigarrillos o sus rutinas cotidianas?. Es más ¿Qué sacaba con hablar sobre literatura Borgeseana, sin conocer primero los lugares que inspiraron su prosa y sus versos? O tal vez simplemente quise alivianar su mochila, de haber sido un niño genio, que pasó su infancia encerrado en su casa de Palermo Viejo, leyendo y haciendo traducciones del inglés al castellano, a la edad en que los niños deben andar tocando timbres por el barrio.“Estoy podrido de literatura” – me susurra Borges sentado en su mecedora y apoyado en su bastón- es por eso que te soplé esta guía turística.

ART & LITERATURA



EL HOMBRE DE LAS CUATRO CULTURAS O SIMPLEMENTE EIELSON
Por Shibel Adguelli

Ayer, en intimidad y rodeado de sus amigos, el reconocido poeta y artista peruano Jorge Eduardo Eielson murió en Milan, la ciudad que lo acogió por años…(tomado de agenciaperu.com del 09 de marzo de 2006)Así el mundo se enteró de la muerte del más prolífico e insigne artista que el Perú contemporáneo ha podido producir, después de Vallejo.En nuestro país, su notable aporte a las letras ha sido siempre un paradigma para muchos jóvenes poetas, que desean encontrar un sentido a su trabajo artísticos, antes de los 21 años como lo hizo él. Pero hablar de su magnifico trabajo dentro de la literatura, sería solo redundar en lo que a lo largo de estos días se ha estado diciendo y no haremos eso.La parte menos conocida, en nuestro país, de este artista es la de audiovisualista, pintor, escultor y músico. Sobre estos aspectos, varios biógrafos, como Martha Canfield, Juan Acha, entre otros, han tratado de analizarlo. Y siempre se coordina que si estas actividades se dieron fue gracias a la educación liberal y acomodada que recibiera, descubriendo de esta forma su inclinación hacia las artes. Es así que conoce a José María Arguedas, quien más allá de ser un simple profesor de colegio, fue quien lo introdujo a los círculos artísticos y literarios de la Lima de aquel entonces, gracias a él, conoce de la antigua cultura peruana, casi desconocida por el joven; y sería este modelo estético que lo llevaría a los museos más grandes del mundo.Al recibir el Premio Nacional de Poesía en 1945, comienza a pintar sus primeros lienzos (con una influencia marcada de los pintores Klee y Miró) y gracias a Ricardo Grau empieza a llevar algunos cursos en la Academia de la Escuela de Bellas Artes; pero las rígidas formas y técnicas, no son para el vanguardista Eielson, y bajo sugerencia del mismo Grau deja de estudiar. Y en 1948 se vería que fue la decisión más acertada, cuando Jorge Eduardo presenta su primera muestra (compuesta de óleos, acuarelas y construcciones móviles de metal y madera) en la única galería de Lima.Ese año, es invitado a exponer en la primera declaración del Arte Abstracto, realizada en el salón Réalités Nouvelles, en París; luego sería invitado a presentar sus trabajos en la galería Colette Allende en esa misma ciudad.En 1951, luego de vivir en Ginebra, por una beca de la UNESCO, toma la decisión de vacacionar en Italia. Este sería el viaje más importante en su vida, ya que antes de haber pisado el país en forma de bota, decide que en ese lugar haría toda su vida, y sus investigaciones estéticas en adelante.Viviendo en ese país, gana un concurso para estudiar cine, en el Centro Experimental de Cine de Roma; lastimosamente y aun pese a ser este un arte que ama, se desinteresa. Pero otra pasión se le metería en la mente, para que en 1953 expusiera en la galería Del Obelisco, lo que le valdría un aguda crítica en la revista Arte Visive, ya que sus móviles eran algo así como un diamante en bruto, y quizá es por esta razón abandona este aspecto, pese a haber sido invitado por Carlo Cardazzo, para exponer en una de sus galerías.Después de un largo periodo de ausencia, en 1959, vuelve a las artes plásticas. Pero regresa con otra propuesta nueva, de llevar la costa peruana a sus cuadros y algunas veces, lo hace literalmente con excremento de aves y arenas peruanas, que mezcladas con algunos pegamentos eran casi esculpidos en el lienzo. Es posible que en algunos de estos trabajos haya creado una especie de tela, lo cual lo llevó a investigar en los tejidos (primero con jeans, camisas, trapos y finalmente telas precolombinas). Y esto lo condujo a interesarse en el nudo, el que capta una gran belleza y energía, inspirada a través de los quipus peruanos. Esta investigación haría que en 1963 lance su primera serie de Quipus que a partir de la Bienal de Venecia de 1964, donde participa, obtiene prestigiosos reconocimientos internacionales, que lo llevarían a museos como el MOMA o en el ámbito de la colección Rockefeller de Nueva York, y a repetidas invitaciones al Salón de Mayo y al Salón des Comparaisons de París.En 1969 realiza una muestra en simultáneo, con una escultura subterránea, en París, Roma, Nueva York, Eningen y Lima, con las que marca un hito dentro de las extravagancias de un artista. Cosa similar intento en la olimpiada de Munich ’72, pero por los desastres terroristas se clausuró la performance Gran Quipus de las Naciones.La última exposición realizada por genial artista fue en la galería de arte Niccolli en Parma – Italia donde el recibió un homenaje en vida, y presentó todas las obras más significativas de toda su vida, entre esculturas, instalaciones, pinturas, etc. Junto con todo esto un catalogo de 350 páginas que explica la obra de Eielson. Es por eso que nosotros no podíamos ser ajenos a un homenaje, aunque póstumo, para este grandioso exponente del arte peruano, y lamentar la pérdida de un insigne artista que siempre dijo que sus cuatro culturas -española, italiana, sueca y nazca- además de amor a la poesía, lo hacían hombre. Descansa en Paz Jorge Eduardo, que las musas velan tu sueño.

***

LOS HUESOS DE VALLEJO

Por Marx Espinoza Soriano

Cada mañana, con un alba usada, despertaba Vallejo para buscar en el amor un amor más amplio que el amor a una persona, el amor a los demás, a la forma de quebrantar la hebra fatídica del destino, para que la existencia responda a la voz del hombre y camine por un camino de libertad suprema.César Abraham Vallejo Mendoza nace el 16 de marzo de 1892, en la ciudad de Santiago de Chuco (3,500 metros de altitud) al norte del Perú… Por ahora nos detendremos en tratar de plasmar algunos destellos sobre la espiritualidad del vate para vislumbrar el hilo conductor de la unidad esencial de su composición poética. Sea pues su “muerte” un pretexto para desencadenar un odumodneurtse.Si la poesía es la palabra esencial en el tiempo, como decía Machado, en la poética de Vallejo la presencia de determinadas constantes estilísticas como la insistencia de ciertas imágenes esenciales son características señeras de otras tantas constantes espirituales y actitudes anímicas que vale la pena resaltar.Al leer “Voluntario de España, miliciano de huesos fidedignos, cuando marcha a morir tu corazón… (Himno a los voluntarios de la República) caemos en la cuenta del elemento óseo y la importancia que Vallejo, a lo largo de su poesía, le atribuye a éste como base estructural, esencial del ser viviente (poema). Como imagen es imperante desde su primer libro: “un perro pasa royendo el hueso de otro / perro que fue” (Nervazón de angustia); “la muerte ha estado alegre y ha cantado ene su hueso” (El poeta a su amada); “Todos mis hueso son ajenos; / yo tal vez los robé” (El pan nuestro), generalmente constituyendo imágenes lúgubres.Tan imponente es la imagen ósea en Vallejo, que él mismo crea el verbo ahuesar para referirse a lo relativo al hueso, ahuesado, del color del hueso: “Mas cae el aguacero / al ataúd de mi sendero / donde me ahueso para ti” (Lluvia) versos hermosamente comparables con el “azular” de: “…Qué mañana entrará / satisfecha, capulí de obrería, dichosa / de probar que sí sabe, que sí puede / ¡CÓMO NO VA A PODER! / Azular y planchar todos los caos.” (Trilce VI).Trilce continúa la serie de imágenes q se hacen más realistas y alucinantes mediante una determinación más cruda “Hoy que hasta / tus puros huesos estarán harina / que no habrá en qué amasar / ¡tierna dulcera de amor!” (XXIII); “…hasta el matiz prudente /de un gran caldo de alas / con causas / y lindes fritas. /Y hasta el hueso! (XLIX); “la desconocida bandera, te he de esperar allá; / en la confluencia del soplo y el hueso, / como antaño, (LXII); “Así, muerta inmortal. / Entre la columnata de tus huesos / que no puede caer ni a lloros” (LXV ).

ART & Recomendación de Libros


LA TRIBU DE LOS LAGOS
Por Silvio Manuel Rodríguez Carrillo
Ficha del libro:
-----------------------------
Título: La tribu de los lagos
Autor: Kathleen O’Neal - W. Michael Gear
Editorial: EDICIONES B, S.A.
ISBN: 8440691416Nro.
Páginas: 735
------------------------------

Es el solsticio de invierno, y en la Ciudad de los Muertos los Ancianos celebran los sagrados ritos de la Tribu. En las ceremonias, un joven iniciado llamado Araña Verde recibe una visión del Poder, en la que se le revela la urgencia de una tarea a realizar para mantener el equilibrio entre los clanes.Esta magnífica novela, situada en el siglo I de nuestra era, recrea el estilo de vida de la civilización Woodland (conocidos también como hopewell), que se distinguieron de otras culturas por la intensa actividad comercial que llegaron a desarrollar, como así también por la gran calidad de sus artesanías. Las gigantescas construcciones ceremoniales que edificaron, impulsados por una fe religiosa en concordancia con una sana ambición de conocimientos, pueden quizá explicar su escasa belicosidad, como la falta de afán por conquistar territorios, rasgos estos que también les diferenciaron de sus coetáneos.En este marco, los autores van dejando correr la trama, en la cual unos pocos protagonistas sobresalen del contexto en el que viven sus semejantes, participando de aquellas circunstancias en las que lo sobrenatural incide de manera directa sobre el devenir de sus pueblos.Estos protagonistas, elegidos por el Poder, deberán dejar sus territorios originarios para avocarse a una empresa en la que desde el principio mismo estarán en juego sus vidas. Muchas lunas se necesitarán para completar esta peculiar carrera (por agua y por tierra), innumerables los peligros, y completamente incierto el resultado. A lo largo de esta travesía, todos los competidores serán probados al límite de su resistencia tanto física, como mental, pues para poder llegar a destino, no sólo deben sobreponerse a sus propias flaquezas, sino que además deberán actuar en solidaridad con personas de clanes diferentes, de costumbres y valores distintos, teniendo que en todo momento aprender a adaptarse a situaciones cambiantes y a lugares que no habían conocido salvo por vagas referencias.“La tribu de los lagos” más allá de una simple aventura, es un relato que nos permite entrever aquellas fuerzas sobrehumanas que transitan más allá del bien y del mal, como también aquellos valores morales comunes a la raza humana en cualquier momento de la historia, que implican la capacidad de renuncia y esfuerzo en consecución de un ideal social, el afecto fraterno, y por supuesto, el amor filial.Escrito con lenguaje sencillo y ameno, aún con sus mil aristas, este riquísimo libro se deja leer velozmente, brindándonos además de todo, una visión clara de las costumbres y usos de una civilización ya desaparecida pero que seguirá vigente, sin duda, en el corazón de los que la lean.

ecoestadistica.com