ART & LITERATURA
EL HOMBRE DE LAS CUATRO CULTURAS O SIMPLEMENTE EIELSON
Por Shibel Adguelli
Ayer, en intimidad y rodeado de sus amigos, el reconocido poeta y artista peruano Jorge Eduardo Eielson murió en Milan, la ciudad que lo acogió por años…(tomado de agenciaperu.com del 09 de marzo de 2006)Así el mundo se enteró de la muerte del más prolífico e insigne artista que el Perú contemporáneo ha podido producir, después de Vallejo.En nuestro país, su notable aporte a las letras ha sido siempre un paradigma para muchos jóvenes poetas, que desean encontrar un sentido a su trabajo artísticos, antes de los 21 años como lo hizo él. Pero hablar de su magnifico trabajo dentro de la literatura, sería solo redundar en lo que a lo largo de estos días se ha estado diciendo y no haremos eso.La parte menos conocida, en nuestro país, de este artista es la de audiovisualista, pintor, escultor y músico. Sobre estos aspectos, varios biógrafos, como Martha Canfield, Juan Acha, entre otros, han tratado de analizarlo. Y siempre se coordina que si estas actividades se dieron fue gracias a la educación liberal y acomodada que recibiera, descubriendo de esta forma su inclinación hacia las artes. Es así que conoce a José María Arguedas, quien más allá de ser un simple profesor de colegio, fue quien lo introdujo a los círculos artísticos y literarios de la Lima de aquel entonces, gracias a él, conoce de la antigua cultura peruana, casi desconocida por el joven; y sería este modelo estético que lo llevaría a los museos más grandes del mundo.Al recibir el Premio Nacional de Poesía en 1945, comienza a pintar sus primeros lienzos (con una influencia marcada de los pintores Klee y Miró) y gracias a Ricardo Grau empieza a llevar algunos cursos en la Academia de la Escuela de Bellas Artes; pero las rígidas formas y técnicas, no son para el vanguardista Eielson, y bajo sugerencia del mismo Grau deja de estudiar. Y en 1948 se vería que fue la decisión más acertada, cuando Jorge Eduardo presenta su primera muestra (compuesta de óleos, acuarelas y construcciones móviles de metal y madera) en la única galería de Lima.Ese año, es invitado a exponer en la primera declaración del Arte Abstracto, realizada en el salón Réalités Nouvelles, en París; luego sería invitado a presentar sus trabajos en la galería Colette Allende en esa misma ciudad.En 1951, luego de vivir en Ginebra, por una beca de la UNESCO, toma la decisión de vacacionar en Italia. Este sería el viaje más importante en su vida, ya que antes de haber pisado el país en forma de bota, decide que en ese lugar haría toda su vida, y sus investigaciones estéticas en adelante.Viviendo en ese país, gana un concurso para estudiar cine, en el Centro Experimental de Cine de Roma; lastimosamente y aun pese a ser este un arte que ama, se desinteresa. Pero otra pasión se le metería en la mente, para que en 1953 expusiera en la galería Del Obelisco, lo que le valdría un aguda crítica en la revista Arte Visive, ya que sus móviles eran algo así como un diamante en bruto, y quizá es por esta razón abandona este aspecto, pese a haber sido invitado por Carlo Cardazzo, para exponer en una de sus galerías.Después de un largo periodo de ausencia, en 1959, vuelve a las artes plásticas. Pero regresa con otra propuesta nueva, de llevar la costa peruana a sus cuadros y algunas veces, lo hace literalmente con excremento de aves y arenas peruanas, que mezcladas con algunos pegamentos eran casi esculpidos en el lienzo. Es posible que en algunos de estos trabajos haya creado una especie de tela, lo cual lo llevó a investigar en los tejidos (primero con jeans, camisas, trapos y finalmente telas precolombinas). Y esto lo condujo a interesarse en el nudo, el que capta una gran belleza y energía, inspirada a través de los quipus peruanos. Esta investigación haría que en 1963 lance su primera serie de Quipus que a partir de la Bienal de Venecia de 1964, donde participa, obtiene prestigiosos reconocimientos internacionales, que lo llevarían a museos como el MOMA o en el ámbito de la colección Rockefeller de Nueva York, y a repetidas invitaciones al Salón de Mayo y al Salón des Comparaisons de París.En 1969 realiza una muestra en simultáneo, con una escultura subterránea, en París, Roma, Nueva York, Eningen y Lima, con las que marca un hito dentro de las extravagancias de un artista. Cosa similar intento en la olimpiada de Munich ’72, pero por los desastres terroristas se clausuró la performance Gran Quipus de las Naciones.La última exposición realizada por genial artista fue en la galería de arte Niccolli en Parma – Italia donde el recibió un homenaje en vida, y presentó todas las obras más significativas de toda su vida, entre esculturas, instalaciones, pinturas, etc. Junto con todo esto un catalogo de 350 páginas que explica la obra de Eielson. Es por eso que nosotros no podíamos ser ajenos a un homenaje, aunque póstumo, para este grandioso exponente del arte peruano, y lamentar la pérdida de un insigne artista que siempre dijo que sus cuatro culturas -española, italiana, sueca y nazca- además de amor a la poesía, lo hacían hombre. Descansa en Paz Jorge Eduardo, que las musas velan tu sueño.
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LOS HUESOS DE VALLEJO
Por Marx Espinoza Soriano
Cada mañana, con un alba usada, despertaba Vallejo para buscar en el amor un amor más amplio que el amor a una persona, el amor a los demás, a la forma de quebrantar la hebra fatídica del destino, para que la existencia responda a la voz del hombre y camine por un camino de libertad suprema.César Abraham Vallejo Mendoza nace el 16 de marzo de 1892, en la ciudad de Santiago de Chuco (3,500 metros de altitud) al norte del Perú… Por ahora nos detendremos en tratar de plasmar algunos destellos sobre la espiritualidad del vate para vislumbrar el hilo conductor de la unidad esencial de su composición poética. Sea pues su “muerte” un pretexto para desencadenar un odumodneurtse.Si la poesía es la palabra esencial en el tiempo, como decía Machado, en la poética de Vallejo la presencia de determinadas constantes estilísticas como la insistencia de ciertas imágenes esenciales son características señeras de otras tantas constantes espirituales y actitudes anímicas que vale la pena resaltar.Al leer “Voluntario de España, miliciano de huesos fidedignos, cuando marcha a morir tu corazón… (Himno a los voluntarios de la República) caemos en la cuenta del elemento óseo y la importancia que Vallejo, a lo largo de su poesía, le atribuye a éste como base estructural, esencial del ser viviente (poema). Como imagen es imperante desde su primer libro: “un perro pasa royendo el hueso de otro / perro que fue” (Nervazón de angustia); “la muerte ha estado alegre y ha cantado ene su hueso” (El poeta a su amada); “Todos mis hueso son ajenos; / yo tal vez los robé” (El pan nuestro), generalmente constituyendo imágenes lúgubres.Tan imponente es la imagen ósea en Vallejo, que él mismo crea el verbo ahuesar para referirse a lo relativo al hueso, ahuesado, del color del hueso: “Mas cae el aguacero / al ataúd de mi sendero / donde me ahueso para ti” (Lluvia) versos hermosamente comparables con el “azular” de: “…Qué mañana entrará / satisfecha, capulí de obrería, dichosa / de probar que sí sabe, que sí puede / ¡CÓMO NO VA A PODER! / Azular y planchar todos los caos.” (Trilce VI).Trilce continúa la serie de imágenes q se hacen más realistas y alucinantes mediante una determinación más cruda “Hoy que hasta / tus puros huesos estarán harina / que no habrá en qué amasar / ¡tierna dulcera de amor!” (XXIII); “…hasta el matiz prudente /de un gran caldo de alas / con causas / y lindes fritas. /Y hasta el hueso! (XLIX); “la desconocida bandera, te he de esperar allá; / en la confluencia del soplo y el hueso, / como antaño, (LXII); “Así, muerta inmortal. / Entre la columnata de tus huesos / que no puede caer ni a lloros” (LXV ).
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